La filtración a través de Arena se produce por retención física de la suciedad en los huecos formados entre los gránulos usados a través de todo el manto filtrante. Se trata de una filtración en profundidad, característica que le confiere la mayor eficacia entre todos los sistemas. Soporta aguas muy contaminadas.
La Arena tiene capacidad de eliminar sólidos, tanto orgánicos como inorgánicos, de poco tamaño, por efecto de las fuerzas eléctricas originadas por el rozamiento de los mismos al paso del agua a través del lecho filtrante.
El agua debe hacerse circular necesariamente a poca velocidad; de lo contrario se generan canales de paso preferente que hacen que no se produzca filtración.
El sistema produce una mínima pérdida de carga debido al uso de brazos colectores o crepinas en la salida de agua filtrada; éstos cubren toda la superficie del lecho, provocando uniformidad en la circulación del agua.
En casos en los que exista una cantidad considerable de sustancias coloidales o precipitados salinos se recurre a la floculación con objeto de aglutinar las partículas y facilitar la retención en el manto granular. Así se evita que partículas de tamaño reducido atraviesen el lecho filtrante. La floculación se lleva a cabo con sustancias químicas denominadas “Poli-electrolíticas”.
La filtración se produce en sentido descendente. A medida que se acumula suciedad, va aumentando la diferencia de presión relativa a la zona de “aguas arriba” del lecho filtrante respecto a la zona de “aguas abajo” del mismo. Una vez alcanzado el diferencial de presión establecido se procede a la limpieza del filtro. Para dicho proceso de limpieza, se utiliza la válvula Globo Lama, en sus dos versiones, la metálica y la plástica.
Los elementos de acero al carbono llevan un tratamiento interno y externo mediante fosfatado e impregnación base. Posteriormente son pintados, por proyección electrostática, con pintura en polvo epoxy poliéster.